Alicia en el País de las Maravillas

Alice in Wonderland, dirigida por el genial Tim Burton y realizada por Disney, es mas bien una secuela de la conocidísima historia de Alicia, una niña de 9 años que viaja a lo que ella llama País de las Maravillas, donde conoce a la Reina Blanca, la Reina Roja, el conejo, la liebre, el gato, y el Sombrerero Loco, con quien entabla una entrañable amistad.

En esta ocasión, Alicia ya tiene 19 años y está a punto de casarse. Ella no lo sabe, pero han arreglado su matrimonio con el hijo del ex socio de su papá, ya fallecido para ese entonces. En plena pedida de mano, Alicia huye y persigue al conejo, cayendo luego en un hoyo hasta el País de las Maravillas. Al inicio, Alicia no recuerda haber estado realmente allí antes y cree que está nuevamente dentro de esos sueños recurrentes que ha tenido durante diez años, pero poco a poco se van dando cuenta que todo lo que le rodea es tan real como ella y que tiene que enfrentar sus temores para salir adelante y salvar a sus viejos amigos.

Esta película, muy aparte del mundo fantástico en el que se basa, trata sobre el camino hacia la madurez, de tomar las riendas del destino, de enfrentar temores, de hacer realidad sueños y hacerle frente a lo que sea, por más tenebroso que parezca. Asimismo, de la amistad, de la lealtad y de cómo a veces la locura es una gran aliada que acompaña a las personas más geniales.

La cinta no cuaja del todo. Si bien es cierto es toda una hazaña visual, los escenarios y los personajes están muy bien diseñados, los colores y la ambientación hacen de este un mundo Burtoniano como sus otras creaciones; hay algunos actores que no desempeñan tan bien su rol.

Este es el caso de Mia Wasikowska, quien interpreta a una Alicia muy apática a mi gusto, apagada, sin muchos bríos, pero que felizmente los recupera en la parte que más los necesitaba. Sin embargo, su actuación me resulta relativamente plana e incluso olvidable.

Otra actuación que no se salva, aunque por otras razones, es la de Anne Hathaway, quien interpreta a la Bruja Blanca (a saber, la buena de la historia), por un papel lleno de disfuerzos, con una actuación sobreactuada y fingida, en la que se comporta en exceso como una dama que le dice no a la violencia y habla con dulzura hasta a las piedras. En sólo un momento del film se puede apreciar un interesante cambio de registro, cuando su amigo el perro va a visitarla y ella está primero viéndolo de lejos, luego se despide de su corte y camina al inicio lenta y recatada como una dama para luego pegar la carrera. Sin embargo, se queda en algo anecdótico puesto que no se repite una situación similar. Creo que con ello perdió bastante la historia, porque hubiera sido más interesante que sea recatada con todos pero al mismo tiempo más aguerrida y valiente con sus amigos y seres queridos. Definitivamente sorprende que una actriz que a pesar de su juventud se le reconoce como muy buena haya tenido una actuación tan prescindible.

Mención aparte merecen dos geniales actuaciones del gran amigo y de la pareja de Tim Burton. Johnny Depp como el Sombrerero Loco y Helena Bonham Carter como La Reina Roja son fascinantes, sus actuaciones excepcionales y su caracterización inolvidable. Sin duda, son los dos personajes más importantes de la historia, incluso por sobre Alicia, ya que son ellos quienes realmente desencadenan las acciones y desenmarañan los enredos de la historia. A Alicia simplemente le toca hacer lo que debe hacer por destino, pero el Sombrerero Loco es el encargado de conseguir que el destino se cumpla y la Reina Roja se esfuerza por evitarlo.

Dicen que en 3d se aprecia mucho mejor, y debe ser así, ya que ha batido los records de taquilla para una película en 3d. Incluso se está acercando a grandes pasos a Avatar y está camino a destronarla como la película más taquillera de la historia. Pero no necesariamente una película taquillera es excelente, sino que llama la atención, y esta cinta definitivamente lo hace. A nivel argumental pudo ser mucho mejor, y la dirección de algunos actores fue algo fallida. Sin embargo, definitivamente es una película que todos deben ver, sobre todo acompañados de sus hijos. Eso sí, resulta muy recomendable que antes los pequeños vean otra versión de Alicia, cualquiera que sea, para que capten mejor toda la historia. Recuerden que ésta es una secuela y que por más que explican lo que pasó en la otra, no es lo mismo sin haberla visto antes.



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