Desigualdades económicas puestas en evidencia

UBS Bank ha realizado nuevamente su estudio comparativo entre muchos países para medir el poder adquisitivo de los mismos, utilizando para ello como elemento de comparación cuántas horas debe una persona para trabajar para adquirir un iPod Nano.

Este sistema escoge un aparato electrónico, a diferencia del estudio de The Economist, que utiliza para la comparación la cantidad de horas que uno necesita para comprar una Big Mac. La decisión radica en que los precios de una Big Mac pueden variar por diversos factores, sobre todo referentes a los insumos para preparar la hamburguesa, siendo algunos de facil acceso en todo el mundo, pero otros no, lo cual puede encarecer el producto y existir diferencias en el precio, aunque procurando permanecer dentro de un margen considerado como aceptable para que los consumidores adquieran el producto. Sin embargo, en el caso de un iPod, estas variaciones no se dan, puesto que el aparato se elabora en un lugar y luego se exporta ya hecho a todo el mundo, con lo que la diferencia de precios es únicamente debida a los cargos por exportación, impuestos, gastos en personal, etc.

Pues bien, el estudio de UBS Bank determinó que en New York, para adquirir un iPod Nano, se necesitan únicamente 9 horas de trabajo. Esto significa que alguien trabaja un día y ya puede comprar el reproductor musical. En el caso de nuestro país, para comprar el mismo aparatito, se necesitaría trabajar por 86.5 horas, es decir, más de 10 días. Esto nada tiene que ver con el precio del aparato, que definitivamente puede variar algo de un país a otro, sino mas bien con el salario promedio de cada país. Así, tenemos casos aún más críticos, como los de Mumbai, que necesita 177 horas para comprar el mismo iPod Nano, lo que significa que debe trabajar más de 20 días para adquirirlo. Si tomamos en cuenta que los días laborales son 5 por semana, un habitante de Mumbai tendría que gastar todo su sueldo de un mes para comprar lo que nosotros compraríamos con una quincena y los habitantes de New York comprarían con un día de trabajo. Dramático, ¿no?

Más catastrófica resulta la comparación de The Economist con su Big Mac Index. Mientras que en New York necesitan tan solo 14 minutos para comprar dicha hamburguesa, acá en Lima necesitamos 58 minutos, es decir prácticamente una hora, cuatro veces el tiempo que los newyorkinos necesitan. Mientras tanto, quienes más tienen que trabajar para comer la hamburguesita (que dicho sea de paso, de espectacular nada tiene), son los habitantes de Nairobi, quienes necesitan trabajar... ¡158 minutos! lo que significa que para poder comer su almuerzo necesitan trabajar ¡2 horas y media! Mexico increiblemente está por ahí, requiriendo de 129 minutos para poder comprar la Big Mac, aunque en el caso del iPod Nano le va alguito mejor, necesitando de 95 horas para poder comprarlo, cantidad similar a la que requerimos en nuestro país.

Este tipo de investigaciones pone en evidencia la dramática brecha social existente en nuestro planeta. Algunos tienen mucho, y otros nada. Unos pocos pueden adquirir lo que les guste trabajando unas cuantas horas, mientras que otros probablemente nunca lo consigan. El asunto es que las poblaciones que deberían trabajar un montón por comprar el iPod o la Big Mac simplemente no se preocupan por ello, porque ello no les sirve para su sobrevivencia. La cruda verdad es esa: estas personas trabajan para sobrevivir, se rompen el lomo para poder alimentarse, vestirse y tener un techo, y en muchas ocasiones incluso estas necesidades básicas están mal cubiertas, si es que no están nada cubiertas.

Seguramente si vamos a alguna zona pobre de Nairobi u otro país que tenga que trabajar un mes o dos para adquirir un iPod y le decimos a alguien de ahí el resultado de nuestra investigación, éste nos conteste: "Señor ¿qué cosa es el iPod del que me habla? ¿Es algo que puedo comer o que me va a alimentar mejor?".

Realmente me resulta inconcebible, y me da vergüenza como ser humano, que ocurran estas inequidades e injusticias, que hayan personas que tienen millones de millones en sus cuentas bancarias ganando intereses cuando nunca van a llegar a gastar todo ese dinero, mientras que en otros lados se morirían por tener aunque sea la millonésima parte del dinero de estos ricos, o incluso mucho menos, para sobrevivir hasta el día de su muerte.

Esto no es una simple medición del poder adquisitivo de las personas para que las empresan sepan cuánto ganan sus potenciales clientes para ver cómo venderles sus productos, esto es el reflejo de una cruda realidad que esperemos cambie pronto.

El estudio en cuestión lo pueden descargar aquí

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